09 enero 2013

Tic, Tac, Tic, Mua...


Es curioso lo del tiempo. El reloj lo marca con precisión matemática, pero, sin embargo, la sensación que tenemos de su paso puede variar enormemente. Algunas veces el tiempo pasa volando, y otras en cambio parece que va a cámara lenta. El porqué no es ningún secreto: si te diviertes, si estás a gusto y disfrutas del momento el tiempo va más deprisa, pero si lo estás pasando mal el tiempo parece detenerse por completo.

Ya dijo Einstein que el tiempo es relativo. Lo que no nos contó es que depende de lo que hagamos con él y cómo nos sintamos en ese momento. Por eso es tan importante divertirse, hacer lo que te gusta y disfrutar de las pequeñas cosas, por que el aburrimiento transforma la vida en una condena interminable.

A veces, un segundo, un solo segundo disfrutando de lo que más te gusta, puede colmar de felicidad un día entero. Esto está muy bien representado en este vídeo de Jonathan Britnell en el que cuenta los 366 días de 2012 con una toma de un segundo de cada día. El resultado es un collage de 366 segundos que desbordan belleza y buen rollo.


Lo vi aquí.

Si yo tuviese que elegir un segundo del día, podría ser uno bajo la ducha caliente y con el amanecer entrando por la ventana, o jugando con mi encantadora sobrina, o deslizándome por el asfalto en longboard, o… bueno, ¡hay tantos!

¿Y tú? Si tuvieses que quedarte con un segundo del día, ¿cuál sería? ¡Compártelo en los comentarios!

Por cierto, esta es la primera entrada del año, así que aprovecho para desearte 31.536.000 maravillosos segundos para 2013. ¡Feliz año!

2 comentarios:

  1. Mú rebonico el vídeo. Este tipo de piezas siempre dan ganas de salir a la calle simplemente a mirar las cosas que te rodean. Aun así a veces es difícil ver las cosas buenas que tiene el día, la monotonía es una difícil enemiga, pero bueno, hay que vivir con ella.

    Mi segundo preferido del día creo que es cuando entro por la puerta de casa después de volver de trabajar. No es muy original, pero es que oye, es un alivio.

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    1. ¡Claro que sí!
      Llegar a casa es un momentazo inigualable :)

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