La imagen típica es
la de un grupo de obreros que cuando pasa una mujer alaban sus atributos
físicos en el mejor de los casos, y en el peor y más común, directamente gritan
obscenidades. Una escena que puede parecer graciosa, hasta que le preguntas a
la mujer.
¿Qué pasa entonces?
Pues que las mujeres responden. Y lo hacen de forma muy seria, sin cachondeos
ni medias tintas.
Los medios ejercen
una gran presión sobre la imagen femenina, con photoshopeadas modelos imposibles que consiguen banalizar su físico
y convertirlo en un mero objeto. Como para tener que soportar encima los
improvisados calificativos de desconocidos.
Harta de este
panorama, la ilustradora Tatyana Fazlalizadeh ha creado un proyecto: Stop telling women to smile, con el
objetivo de detener el acoso verbal en las calles de Brooklyn (NY). Retratos
reales con mensajes muy directos que hacen recapacitar sobre la libertad que se
toman algunos hombres para con la mujeres.
El movimiento ha
ganado visibilidad social, generando incluso un debate en las calles con
personas que escriben sus impresiones sobre los posters. Además se ha iniciado
un kickstarter para exportarlo a
otras ciudades.
Ya lo cantaba
Aretha Franklin letra por letra: R-E-S-P-E-C-T. Es hora de que, de una vez por
todas, valoremos a la mujer por quién es y no por cómo luce.
¿Y tú? ¿Estás a
favor o en contra de los piropos?
Me enteré aquí.
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